jueves, 19 de mayo de 2011

AVENIDA ABANCAY - Sucedió en 2006


Estando pronto a ser testigos de un nuevo experimento en la avenida Abancay, que afectará a los usuarios, sin lugar a dudas, hemos encontrado un artículo que lo publicamos en Mayo del 2006 y al que nunca se le hizo caso pero vale la pena intentar de nuevo.

NUEVA MODALIDAD DE PASAJEROS
A una semana de haberse publicado en varios diarios el problema del caos de la avenida Abancay, tuve la oportunidad de viajar desde la avenida Javier Prado hasta la avenida Abancay y bajarme en el paradero establecido tan pronto se pasa el jirón Huallaga. El viaje realmente fue un suplicio por que tome una línea cuya ruta va por jirón Huánuco hasta 28 Julio. Creo que nos demoramos cerca de una hora por que habían cerrado la avenida Aviación a esas alturas.




Lógicamente el suplicio siguiente fue cuando ingresó el bus a la avenida Abancay. Ahí se han establecido paraderos al comienzo de la cuadra siguiente a un semáforo y su cumplimiento es rigurosamente controlado por los policías, especialmente las mujeres que por dárselas de más importantes que los hombres, se han vuelto totalmente intransigentes como si fuesen robots. Es importante que el lector sepa que por la avenida Abancay circulan cerca de cien líneas diferentes. ¿Se imagina usted cuanto espacio se requiere si 50 buses (la mitad de los que circulan) tienen que parar en un paradero específico?

Mi intento de bajar en el paradero que sigue al jirón Huallaga fue frustrado por que estando en el carril del medio y lleno de policías el conductor optó por ir al "paradero" siguiente que era pasado el río, es decir 500 o 600 metros más allá del sitio deseado. Menos mal que un grito al chofer bien dado, lo obligó a detenerse en la esquina del jirón Ancash, tres cuadras más allá del Jirón Huallaga.

El Problema Anterior
Con respecto a los buses, su desplazamiento era antes muy lento pero la gente podía subir o bajar de ellos en cualquier carril que estuviesen. No estoy defendiendo esta "modalidad" de tomar los buses sino simplemente lo menciono como una característica a la que los limeños ya nos hemos acostumbrado. Algunos buses trataban de dejar pasajeros en el carril derecho, pero si no se podía entonces se hacía desde cualquier carril, tan pronto había luz roja.

Al cambiar a verde la luz del semáforo los buses no salían sino que seguían ahí replantigados a vista y paciencia de los policías que hacían sonar sus pitos manifestando su autoridad pero sin ningún resultado. Otros buses aprovechaban la partida de algún bus del carril derecho, en plena luz verde para reemplazarlo y detenerse para tomar o dejar pasajeros, lo cual fastidiaba a otros conductores, atrás de él, que ya querían continuar su marcha. Realmente era mortificante transitar por la avenida Abancay en estos buses.

Intento de Solución
De pronto la policía tomó cartas en el asunto con el fin de "mejorar" este caótico servicio que también afectaba el desplazamiento de los vehículos privados. Quede bien claro que en el 90% de los casos el transporte público no respeta los paraderos, salvo en los sitios en que la policía se ha propuesto hacerlo cumplir, especialmente en las avenidas céntricas donde hay semáforos. (¿?).

La nueva regla para estas avenidas principales, incluida la avenida Abancay es que solamente se puede subir o bajar de un bus en el carril derecho de los paraderos y estos están ubicados a comienzos de las cuadras que siguen a los semáforos. Mientras los buses están detenidos en los semáforos éstos no pueden dejar ni tomar pasajeros lo cual es una pérdida de tiempo importante si estamos tratando de mejorar el tiempo de tránsito de esas avenidas.

Estando en luz roja previa a un paradero, tenemos en la avenida Abancay tres carriles de buses con gente que quiere bajar en el paradero siguiente que se encuentra a unos 30 metros adelante. Solamente podrán hacerlo los que estén en el carril derecho y los que no lo están tratarán de meterse pero por lo general no lo conseguirán y los pasajeros no pueden apearse. La única solución es hacerlo pasando el río Rímac o yendo únicamente por el carril derecho a lo largo de toda la avenida, lo que haría aun más lento el desplazamiento de los buses. Esto podría ocurrir si los conductores son respetuosos con sus pasajeros pero todos sabemos que esto no es así y estos señores aprovechan para pasar rapido esos paradero y dejarlos poco antes (si se puede) o poco después del río Rímac.

Esta política impuesta, a los choferes de los buses no les afecta en absoluto sino que las víctimas son los propios e inocentes usuarios. Sin afán de ofender a los señores policías por su ”brillante” decisión de hacer respetar los paraderos, creemos que hay una mejor forma de hacerlo, más eficiente y rápida.

Esto motivó que el día 24 de Mayo, a raíz de otro artículo relacionado al caos de la avenida Abancay, el suscrito escribiese a los diarios El Comercio, La República y Expreso, a quienes les envió un correo-e con el texto siguiente:

"Indudablemente que una de las razones es por el hecho de imponer paraderos en una avenida donde pasan más de 50 líneas diferentes. Lo correcto es olvidarse de los paraderos y solamente permitir la subida y bajada de pasajeros cuando la luz del semáforo es roja".

Tan pronto aparece la luz verde ningún bus debe permanecer detenido y mucho menos parar. La acción de movimiento debe ser inmediata bajo pena de multa. Ningún diario publicó esta sugerencia pero Expreso acusó recibo automático.

La Solución
Tuve oportunidad de ver esta solución en la ciudad de Santiago hace nada menos que 25 años atrás y se trata de olvidarse de los paraderos que serán reemplazados por las luces rojas de los semáforos. En Chile, tan pronto sale la luz verde no debe haber nadie subiendo o bajando de un bus, bajo pena de multa inmediata. Por ello, los choferes ya saben cuanto duran las luces rojas y unos 15 segundos antes cierran las puertas. En Chile no se pueden usar los carriles del medio y de la izquierda pero en nuestro país, acriollado por años y con el doble de población de buses, podría permitirse usar el carril del medio bajo una estricta supervisión policial.

Estando en luz verde ningún bus puede detenerse bajo pena de multa y el flujo de vehículos en general debe ser fluido. La gente debe acostumbrarse a bajar unos cien metros antes de donde desea bajar por que de encontrar luz verde, el bus puede detenerse dos o tres cuadras después y saldrá perdiendo.
Carlos Reyna Arimborgo
creyna@telefonica.net.pe

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