POR QUE NO ESTAMOS DE ACUERDO CON LA REFORMA
DE LA
AVENIDA JAVIER PRADO
Efectivamente, creemos que las
medidas aplicadas en esta avenida, como es la prohibición de virar a la
izquierda, para permitir una mejor fluidez de tránsito en esta avenida, son en cierta
forma extemporáneas.
Esa iniciativa ocasiona la alteración
del tránsito de las calles o avenidas aledañas que tendrán que usarse virando a
la derecha para finalmente tomar la vía hacia la izquierda. No faltará la queja
de las personas afectadas por este cambio.
Quizás es muy pronto para evaluar los
resultados de este cambio y por tanto también para sugerir otras alternativas
de solución. Sin embargo, antes del cambio habíamos observado que la fluidez del tránsito en esta
avenida estaba seriamente afectada por
el hecho de permitir giros hacia la izquierda, invadiendo los carriles
transversales y también hasta tres y cuatro carriles de la vía con derecho de
tránsito, que impedían a su vez una circulación fluida por ella. Esta anomalía
aparentemente hacía ver que por Javier Prado se podía circular a una velocidad
razonablemente elevada puesto que una vez superado ese obstáculo se podía
circular con rapidez por Javier Prado.
Con la medida aplicada esto ya no
existe, pero ahora se presenta otro problema. El aumento de velocidad
resultante por la avenida Javier Prado dura poco por que ahora la vía se
congestiona por la falta de vías de desfogue; la velocidad disminuye alarmantemente
y las policías de tránsito no atinan a bascular la orden. Todo lo contrario,
insisten en continuar el permiso de circulación hasta por cinco minutos, lo
cual es inaudito y muchas veces las vías transversales, las que
están detenidas antes del cruce están sobre llenadas así como las vías hacia
donde se dirigen. Creemos que es muy importante aumentar las frecuencias de
basculación de los semáforos por
que así se evitarán congestiones en las vías de desfogue.
Probablemente una mejor alternativa
de solución pudo ser la reconfiguración de los semáforos en el sentido de
solamente permitir el tránsito de una de las vías, de las tres, cuatro o cinco
posibles. El tiempo asignado a cada vía debe ser igual para todas y puede iniciarse
el experimento asignando 30 segundos de tránsito e ir corrigiendo el mismo
hasta obtener una fluidez óptima.
Daremos como ejemplo el cruce de
Javier Prado con Rivera Navarrete. Treinta segundos de permiso de tránsito a la vía
Javier Prado hacia el oeste, luego treinta segundos asignados a la vía Javier
Prado hacia el este y finalmente treinta segundos asignados a Rivera Navarrete
que es una avenida de un solo sentido.
En cada caso, el derecho de tránsito
le permitirá a los conductores seguir de frente o virar a izquierda o derecha o
virar en U, siempre que la nueva vía lo permita. Si la asignación de 30
segundos no permite una fluidez adecuada, se podrá variar el tiempo de circulación de cada
vía.
Lógicamente, también se podría
permitir semáforos de dos golpes pero permitiendo primero el viraje a la
izquierda y luego el permiso de tránsito a lo largo de la vía con derecho y
prohibir la detención de nuevos vehículos que deseen virar a la izquierda
ocupando la calzada transversal. Estos autos deben detenerse al final de la vía
con derecho ocupando únicamente los carriles autorizados para ello.
Con cualesquiera de estas medidas, se
podría mejorar la circulación por esta vía importante, sin policías dirigiendo el tránsito. Estos simplemente deben observar que se cumpla con el reglamento. Ninguna
calle o avenida circundante debería ser alterada indebidamente, si con medidas
utilizadas en otros países se puede resolver el problema.
Mientras exista el problema de muchas
líneas de buses circulando por avenidas principales, lo cual hace muy ineficaz
la orden de respetar paraderos (son cerca de 50 líneas diferentes), es preferible
permitir que los pasajeros aborden los buses cuando el semáforo esté en rojo y
solamente en los dos carriles de más a la derecha. En aquellos semáforos con indicación de tiempo,
los buses dejarán de atender público faltando 10 segundos, bajo pena de multa.
Carlos Reyna Arimborgo
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